En realidad, creo que nunca necesitaste nada de mí. Si no se hubieran hecho las cosas así para ti, se habrían hecho de otra manera, porque tus talentos habrían hecho que se hicieran y harán que se hagan. Los que aparecemos, por momentos, alrededor tuyo no somos más que marionetas del destino,
sin verdadera importancia.
Edo, eres lo máximo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario