Estoy en la permanente deriva
nada logra tocarme o afectarme
la brisa podría soplarme y yo volaría tan lejos
y el golpe de la caída no me haría nada
le mostraría las palmas de mis manos a la tierra y me detendría en el aire
te podría mirar desde cualquier distancia
podrían gritarme junto a la oreja
y para mí sería similar a un grano de azúcar morena en mi lengua
es como estar drogado de manera crucial
nada más que por la impenetrabilidad de tus sentidos
saber que pendes de nada
que la angustia, el desaliento
o algún tipo de electricidad vital
aquél pulso primario
te recorre cada molécula del cuerpo
y que cuando se convierte en lágrima es salado
el mundo es tan hermoso en escala de grises
y las flores tan lindas de a colores
una cajetilla de vuelos
un encendedor de instantes perfectos
algún día pensé que sería lindo tener un sueño en el que mi padre me diera para la micro y una galleta
de mi cielo negro cuelga el origami de una mariposa
siempre se mueve.
estoy en la deriva
si muevo mis manos puedo volar
mirar todo chiquito
y aún pudiendo describir tanto
saber la incapacidad de tomarlo