jueves, 15 de enero de 2009

Alarma a las 8:20, la apagao y despierto a las 9:43.
Debo ir a una casita en La Pintana a buscar mi sueldo, antes llamo a Sara, que a las 12 en el metro. Todo se me corre y llego a las 12:20. La evolución de los besos es impresionante; pasar de cero a un ritmo exponencial, uf. Los ojos brillan cuando los besos se hacen dulce y la boca se funde como caramelo. Las sonrisas se escapan.
Haciendo un trabajo manual me retrasé y no me dejaron entrar al taller de Kalari, así que me largué a un supermercado en la esquina de 21 de mayo. Dos latas de cerveza, una bolsa de papas fritas. Cerveza 1, fila del supermercado, caja lenta, demasiada sed, pocos segundos. Cajera, Ana González, empaquetador que no mira a la cara, Gary González (como el caracol de Bob Esponja).
Consulto valores de tinta y agujas para tatuar en el Eurocentro (porque quiero dejar marcas en quien quiera mis marcas), avanzo hacia Alameda, Galería Alonso Ovalle, Casa Amarilla, Casa López, un juego de cuerdas para Bipo y una uñeta (primera vez que compro una uñeta, no uso, ¡no se puede rasguear tan locamente con uñeta!).
Parque Almagro, al pasto la mochila, la guitarra, saco el guión, el lápiz Suizo que me dió Edo -que le llegó una docena de lápices en una cajita que le envió su hijo diego- me siento con algo de didicultad -este par de días de Kalari me adormece las piernas.
Me bebo la segunda cerveza, avanzo en la enésima revisión de Traslapo -guión, guión, guión-, me acabo las papas fritas, son las 19:49, a las 8 en casa de shamán.
Me levanto y con dificultad -gluteos sentidos, piernas dormidas- bajo un alzado sobre el que me encontraba, paso delante de un tipo y me dice ¿quieres fumar una paloma? Lo siento, no puedo, voy a tocar.
La gente amable, por la chucha, debió decirme antes, estuvo allí como 20 minutos, a 10 metros de mi, y me invita marihuana cuando me voy. Debí pegarme una pitiada, pensé, en el camino hacia Av. Matta.
El 31 de diciembre recién pasado, unos chicos que escalaron al bus en Gran Avenida, decían "pero nos falta papelillo, oye tenías papelillo vos?" a entre ellos. yo desde unos asientos adelante, me paro, me acerco a uno, estiro la mano con un papel en la mano y demoran en reaccionar. ¿Querías papel? toma. Gracias socio, bla blá. quédese pues. No gracias. Al bajar me dicen "no vai a fumar marihuana hasta el otro año" y se ríen. Ya no había fumado yerba con Jack, ahora tampoco con ellos, ahora tampoco con el tipo simpático del Parque Almagro. ¡Qué amable anda la gente! Seguro es por mi gesto.
todo ok en casa de shamán, salvo porque me vino un ataque de tuto y bostezos, hasta que debí tomar un café y desperté. Al venir hacia casa, en el paradero en Matta con San Diego, me pongo a harlar con un tipo canoso y uno que va para ellas. Que él tocaba en sus años y el otro más joven es chofer de subus. Arriba del troncal quedamos todos disparejos, hablamos antes de que se desocupe el asiento junto a su socio, que tienen una Sandwichería en club Hípico 638, "Robert Taylor". ¿El nombre de un caballo? -pregunto cn gracia- no comprendo su respuesta. Pero es simpático. Vaya para allá. ¿Y hacen show? Se puede hacer algo, queríamos poner un pup. en su tono, noté un "veremos". Así que quizás pongan PUP.
Quiero bicicleta. Quiero moto. si alguien tiene de eso y no lo quiere, piense en mi.

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