Descubrí un par de tipologías:
Hombres que no deberían estar aquí insultando. Yo no les aprieto las bolas como para que griten huevadas ininteligibles. Es lo que menos hay, pero repiten demasiado el mismo mensaje, son "catetes", diría alguna mujer de la familia.
Mujeres que de llevarse muy bien conmigo (y que dijeron alguna pelotudez que consideré inconsecuente y se los dejé claro), pasaron a llevarse mal.
Pocos hombres simpáticos.
Y la mayoría son mujeres. Con comentarios agradables, y besos escritos (y dados), tanta amabilidad escondida por ahí y recordar los diálogos lindos.
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