Que cuando hagamos el amor pienses en mí y yo en ti,

y no pensemos ni mencionemos a más nadie.

El miedo no existe,
pero la mayoría de las personas quieren vivir de esa tontería imaginaria.

Yo que soy real
compitiendo con ése que es imaginario,
siempre salgo perdiendo.

Es terrible ser peor partido que el miedo.


Entonces sólo entonces, el miedo sí existe.

Y prefieren quedarse con el Miedo en vez de con Shemyr,
siendo que el miedo el Irreconocible y yo transparente,
siendo que miedo lleva artículo antes, es nombre común y yo propio,
o sea, si quieres fidelidad, non. El miedo es común y de todos,
yo podría ser sólo tuyo.

Quizás el Miedo gana porque provoca más misterio.
Lo que no entiendo es que me temen a mí,
si yo no tengo qué ver con el miedo, no me interesa el cabrón ése.

No sé qué le ven,
si se mete en la cabeza sin saludar y llena de ideas huevonas que nunca, carajo, me han podido explicar:
porque es simplemente miedo, una huevada que ni quien siente entiende,
simplemente es "MIEDO".
Si pregunto ¿Qué pasa?
Se vuelven incapaces. El miedo ése, el común e infiel, vuelve deficiente intelectual a quien lo acepta. A quien folla con él.

Temer se decide: el miedo es metalingüistico.
Se teme dejar de temer. Se temer dejar de temer el dejar de temer.

Ser cobarde es una decisión. Ser valiente es una decisión.

Es que entiendan, porque es la última vez que me esforzaré en que lo comprendan:
El Miedo es un tipo musculoso y rico, pero con voz de pito y micropene.
es re-fácil deshacerse de él, porque es un huevón inventado. Es el ideal idiota que tiene la gente idiota.

Entonces cuando el miedo pasa, vuelven a hablarme, pero el miedo vuelve y se van, y el miedo se va y vuelven y el miedo viene y se van.
y el miedo les agarra pa'l hueveo y no se dan ni cuenta,
porque para no temer hay que ser valiente y para eso
hay que dejar de inventar Miedo.

Pero la gente cobarde es gente feliz y no necesitan ser valientes para existir.
El punto clave es que siempre temerán del valiente porque siempre se es cobarde ante el valiente.
Y el sentimiento de "por la chucha me falta algo" lo tendrán siempre,
pero por la chucha que siempre.

La cuestión es clara:
si eres cobarde y te vas una vez, por la chucha no vuelvas porque no me interesa el ciclo vital del cobarde, me sobra.
Si eres valiente, no hay ni que hablar. Mirada cutánea y amor para siempre.

Es que yo sólo puedo querer a alguien que tenga un nombre propio

y para quien quiera quererme,

sépalo:

yo soy propio -de mí-,

y por lo tanto puedo cederme a usted.