viernes, 8 de julio de 2011

Lo Descubrí Leyendo, y el descubrimiento es nulo o Eres lo que más conozco.

Me: Tontísima.
La peor que existe.
Sa: Ojalá fuera más en algo. De un extremo podría caminar tantas cosas hasta llegar al otro.
Me: Dámelo para leerlo.
Sa: Claro que no está terminado...
en realidad, no tiene final, pero soy lo peor que hay para los finales, así que no planeo terminarlo tampoco.
Me da mucha plancha que lo leas.
Me: Por la cresta. Respóndeme a lo que para mí es vital.
Déjame en paz al respecto o dámelo todo y seamos lo peor del mundo juntos, pero por la cresta, lo he pedido demasiado.
Sa: No, porque si yo me fuera contigo, tú estarías triste aún, me reprocharías lo que hice y lo que no. Yo no quiero eso. No quiero ya más del pasado.
Para mí, la única forma de que volviese a ser lindo, sería empezar algo nuevo, pero tú no puedes y yo no estoy para pelear más.
Me: Deja de mentir.
No sabes,
porque no te atreves a conocerme,
si sólo "no estás", lo único que haces es "no estar",
lo único que ves de mí es mi respuesta a tu ausencia.

Si te atrevieras, cobarde mocosa,
a mirarme, quedarte y enfrentar las decisiones -que no lo haces-,
verías la diferencia.

Pero sólo me has dejado darte el producto de tu ausencia.
Si no estás,
nunca sabrás cómo sería si estuvieras.
Yo ya te lo dije todo, pero tú no quieres responder.

Escucha, lee la última entrada y respóndeme a eso.

Lo único que haces es quejarte.
Pero no respondes,
y si no respondes,
esto jamás se solucionará.

Si no quieres,
¡Decrétalo y que sea así por siempre!

Y si quieres el amor maravilloso,
¡Decrétalo también!

Y si no lo haces,
te querré nunca.

Porque no necesito una cobarde que, teniendo las respuestas,
prefiere evadirlo para mantenerme estúpidamente atado.

Ya va demasiado tiempo,
y los puntos negros en tu rostro lo reflejan.

Sa: Me encantaría una historia linda contigo, pero tú me demuestras, cada vez que intento acercarme un mínimo, que es imposible.

Esa es mi respuesta.

Me: Viniste, estuvimos y dijiste que volverías.
Tú no volviste.

Tú decidiste inventar que conmigo la vida es imposible, no es algo que yo haya hecho.
Sólo pude darte mensajes que se escriben en la distancia.

Ven a mi lado
y entérate de cómo son o serán las cosas.

Tú no te me acercas,
por eso crees cosas que no son.
Sólo respondes a tu imaginario y no a lo que realmente yo soy.

Libertad. No te la arrebato, pequeña.

Y odio,
que cuando te alejas de las personas a las que sí lames
recién ahí, me escribas algo.

Responde.

Sa: Esa fue mi respuesta.
Me: Tú no quieres que haya historia linda
o harías algo
porque fuera linda.

Tu respuesta es una excusa,
como para tener qué decir,
para evadir la razón de tu distancia.

Si quisieras,
ya estarías aquí.
No mientas.
Tú no me quieres, ni quieres algo lindo conmigo.

No estuviste,
la acción delata la mentira.
Si quisieras,
estarías, y ya,
eres inútil mintiendo,
¿sabes por qué?
Porque eres ignorante
en historias lindas.
Sa: Soy cada vez más libre: este es el exacto momento en que siempre quise que estuvieras conmigo. Es extraño.
Me: Nunca quisiste ser libre junto a mí, no hay otra explicación.
Lo serías,
lo seríamos,
etcétera.

Y nunca estaré de acuerdo con cuando la gente decide (sin saberlo, nunca saben, mierda), retrasar todo y retrasarlo.
Hay que decir jamás apenas sea cierto.

1 comentario:

Gabriela dijo...

al fin abriste el muro, déjame decirte que me encanta tu trabajo.