martes, 24 de enero de 2012

Es coincidente que, además de la causalidad básica, se junten estos procesos de bloqueo de los espacios de libertad virtuales, en donde queda clara más que nunca aquella represión –pues no es ya información mediada de la represión, es el medio mismo el que se suprime-, donde las clases sociales quedan en evidencia y la clase más pobre, tengan la conciencia o no, está unida por un elemento indivisible y que los hace más que nunca hermanos: el deseo y decisión de consumo de información gratuita, cuando ya la cuenta de Internet es cara, y no es posible pagar más porque no existe el dinero en sus arcas. Ante la evidente acción del líder de gritarle al proletario: te quitaré todo aquello que ingeniaste para obtener información y haré leyes para que no tengas lo que tienes y/o debas pagar muy caro por ello, el proletario entiende que ocurre algo imposible. En ese momento todos entienden lo mismo. Cuando te quitan el medio y perteneces a una clase social, toda tu clase social se ve afectada por aquello; lo que deja susceptible de cualquier acción a tal clase en enmienda de lo que le han arrebatado. Más que un tiempo de vanguardia, como he pensado, podría ocurrir en estos días sin liderazgos; es un tiempo revolucionario en donde esto último es una posibilidad que deseo llevar a cabo.

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una más, que para el cosmos es tan pequeña