domingo, 28 de febrero de 2016

Mi diálogo contigo no habla del daño, ni del daño mutuo, quiero decir, es filosófica. Yo deseo nuestro bienestar y quiero obtenerlo. Considero inaceptable el que no quieras verme queriéndonos; tu insistencia en destruir la historia donde yo participo... Por alguna carajada que consideras "razón" el papel que me tocó en tu vida,  el rol que me has dado, pertenece al conjunto que quieres borrar de tu arquetipo.

Adorablemente te busco siempre,
porque si llegas a mí yo te abrazo y en ese momento sé que ya está bien; porque en persona demuestras tu antropología, te corroboras relacionándote, solucionándote en persona, en cuerpo y hueso frente al otro.

Yo ignoro cuál es realmente tu problema conmigo o cuál es el problema al que pertenezco.
Me encantaría haber podido solucionarlo antes para poder hacerte feliz.
Identifica en tu anecdotario el árbol que quieres talar y del que yo soy fruta, así como hay otras frutas que quieres cortar o comerte y sácame de ese árbol y permíteme vivir de cualquier forma en tu vida
o me matas
o no sé
es tu cuento y tú sabes como lo escribes
si existo o no en él, es cosa tuya
yo sólo te cuento mi parte y que siempre la hemos podido pasar mejor que lo que ha sido
déjame vivir en tu lirismo
y sé parte del mío
y perdóname por sonar a pelionero
yo quiero salvarte si es que algo te aterra, quiero que te sientas libre
las razones que me das no son libres
quiero tus razones libres
ojalá desees mi abrazo
y te abrazaré
y sentirás entonces que todo está y estuvo siempre bien.

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una más, que para el cosmos es tan pequeña