Dijiste "no eres patético" ("me gustas porque no eres patético"), pero me siento patético cuando llamo a alguien que no quiere que le llamen. No es mi naturaleza, es una reacción. Porque si me dicen "llámame, quiero verte" y luego no quieren contestar, para no verme, es tan absurdo como patético. Y nadie puede decirme qué es lo que falla (huevada reiterada hasta la necedad, jamás es diferente), como para que algo tan simple como mirarse a los ojos, pueda llevarse a cabo.
Entonces yo digo "quiero besar" y tú dices "yo, aquí aquí". Pero no me dejas, y si luego yo quiero besarte a ti, no puedo hacerlo. No me dejas sentir y no puede no afectarme. Es un bloqueo a mis sentidos. Y podrás decirme, “busca alguien que no te diga que quiere estar sola, que pueda estar contigo"
Pero qué se hace cuando me dices que quieres besarme y no lo haces. Ese cambio, ese modif., qué. Cuál es la limitación como para que te repitas tanto. Como si me dejaras no ser monótono, como si me dejaras espacio a tomarte la mano, ¡no me dejas!, qué responsabilidad puedo tener yo en solamente dos polvos y 4 días de vernos desde junio hasta hoy.
Me hace sentir insuficiente y, que se pueda creer que tengo a quién más besar o quien pueda quererme, porque nadie es capaz de hacerlo, nadie se lo permite, o todo el mundo tiene rollos tan serios como para preferirlos antes que mirarme.
Y aquí no hay patetismo. Esto es un algo serio, que lo hablo consciente; porque no puedes sufrir en lo real, a menos que el sufrimiento alivie la carencia. (ver http://laesquizoylabipo.blogspot.com/2008/08/y-cuando-tus-motivos-se-hagan-pequeos.html)
Yo no te ruego por un beso, yo necesito entender, para así poder sentir lo demás sin inconveniente, necesito liberarme o sentir alguna vez que no tengo responsabilidad en la incapacidad que existe para quererme un rato.
Necesito estar claro para poder hacer cosas, porque no haré una canción fome respecto a lo repetido que es que alguien me diga que quiere "todo conmigo, todo TODO TODO TODO CONMIGO" y no practique nada.
Eres tremendamente sensible y me diste unos momentos preciosos.
Toda persona que dice querer besarme me da un lindo instante. Pero al revertirse sin tener idea de mi, y por qué es a mi a quién le toca mamarse el descarte. . . ya no hay nada lindo.
Ya no hay nada lindo.