miércoles, 24 de diciembre de 2008

Aunque el dolor se aproxime
no llegue el regalo ni es beso deseado,
se nos agriete el temperamento obstuso en la punta de los dedos
se rompa la piel y el pelo se caiga,
ramas golpeando la frente y personas mordiendo tus pies:
respirando la ausencia puta de algo placentero,
la crisis del enfisema del árbol de pascua
y ser una tapa de bebida gringa al borde de la solera.
Pendemos de gastar la vida creando retoricismos:
¡hacer algo! porque vimos algo
¡Hacer algo! porque estamos tristes
¡Hacer algo! la evasión, la maldita evasión a los silencios,
a la soledad, cliché mal parido, vanguardia obsoleta.
Ante tal acontecimiento
parálisis mundial ante un obeso envuelto en ollín que trae regalos
como casas o autos, esos afortunados,
bicicletas o un serrucho,
la navidad antepasada mi abuela me obsequió un serrucho
y fue hermoso.
Ante tal bobería:
ver parejas de la mano y llorar por no tenerla,
ver familias amontonadas y llorar por no tenerla,
ver algo que no alcanzas por naturaleza:
tu naturaleza no te permite tener aquello tan básico.
Es que no sé que hacer si me accidento el pie
y al sacarme el zapato roto también se ve mi calcetín roto.
Tan solo nos quede una certeza:
seguir escribiendo.

2 comentarios:

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