El Triangulista.

A los 10 años, Panchito armó una batería con ollas y bandejas plásticas. Nadie escuchó su habilidad de percusión, pero su padre se encargó de patear la batería y mandarlo a jugar a la pelota.
A los 14, mientras coqueteaba con una compañera que le gustaba, tocó su guitarra en la puerta de la casa, mostró su habilidad al respecto, pero llegó su madre a quitársela de las manos y advertirle que la música era para los idiotas, los drogadictos y los cristianos.
Panchito es un chico torpe de movimientos, facciones, vocablo y en la escuela destaca por su torpeza. En su último año debe rogar a los profesores para que le ayuden a pasar y logra obtener su licencia de Enseñanza Media.
Ingresa en un Instituto a estudiar música. Vemos su desarrollo musical, lerdo siempre, hábil a ratos, algo que no logra controlar pero que va aprendiendo, su timidez ante las muchachas lo hacen descontrolarse, Panchito fácilmente se pone de nervios. En sus estudios encuentra realmente lo que lo saca de quicio: el triángulo. Se fascina mirando la forma, el brillo, juega a enfocarlo y desenfocarlo con su mirada y notar cómo el mundo tiembla cuando lo percute: cuando necesita la atención de alguien, cuando quiere que la gente se siente a comer, cuando despierta, cuando termina de servir el té, Panchito percute su triángulo.
Egresado en música, toca batería con una banda y suele perder las baquetas.
Pancho cumple hoy 30 años y lo celebra junto con su estreno al triángulo en la sinfónica. Lo estamos filmando escondidos (porque no se permite grabar nada) desde una butaca en platea alta. Lo enfocaremos un poco para que lo vayan conociendo, y ahora atentos que comenzarán a tocar.
Ahora se viene, enfoquemos a Panchito, ése es nuestro Pancho, vamos Pancho, pégale como fiera a ese triángulo, feliz cumpleaños Pancho.
Panchito se prepara para golpear el Triángulo, levanta su baqueta, cierra los ojos -¿por qué cierras los ojos Pancho?- y el baquetazo golpea el aire, sin dar en el triángulo.
¡Pero Pancho, cómo no le pegaste! ¡Mierda, cómo no le pegué! Llega una chica y nos quita la cámara “Está prohibido grabar”.