Lo macabro
Recorre tus instintos. Presiona tu loto de mil pétalos y te unta la mano en la entrepierna.
Te atrapa y presiona el pedal, te calienta, te acelera, te calienta más y te pisa a fondo. Te pisa a fondo, a fondo.
¿Cómo resistirte a tal temperatura?
Cómo, si sabes que quieres algo, eso, precisamente y lo tienes al alcance de tus sentidos.
¿Vas por ello?
(…)
La parte mínima, la parte máxima, la parte que puede ser “sentida” por todos mis “sentidos”.
Que es olor, que es tacto, es gusto, es imagen y es sonido.
El sexo, cuando me involucras tan completamente, tan tan completamente y toda mi figura se retuerce entre tu tacto.
Y cada uno de mis aromas te retuerce y encontramos lo macabro, lo leve, lo denso, el punto medio sacro fetal agónico en que el orgasmo es tinta y me tatúas, te replicas sobre mi cuerpo, yo papel con tu tinta.
El punto medio sacro fetal agónico en que el orgasmo es tinta.
Y mis sentidos son solo una cosa
Y mis sentidos son tantas cosas.
- es que no me interesa el adverbio, no me interesa-
Y mis sentidos se vuelven algo indefinible y vuelo descaradamente inusitada como mariposa, ridícula y absurda como la muerte de la polilla hecha polvo.
Vuelo en mi descaro y soy una maldita droga
el ensueño de la puta fiel y casada
el trozo de carne y el perro vago
el niño bobo y el viejo pascuero
la ignorancia para la masa idiota.
Me segrego con la facultad absoluta del cosmos y soy el cosmos, adquiero la opacidad de la penumbra y el brillo de la puta estrella de Belén,
la dulzura del coño depilado
la hermosura del pecho de botón
la precisión del varón circuncidado
la cobardía rotunda de los lugares comunes
la agresión estúpida de la vieja cuica
la cobardía perfecta de todo ser humano
el miedo perfecto de todo ser humano
Cobardes ¡cobardes! ¡Malditos cobardes!
me baño en su mierda y en su vómito porque no necesito temerle a nada
yo no necesito temerle a nada.
Lo macabro es mi célula.
Yo tengo la fantasía macabra de golpear un rostro hasta destrozarlo,
lo macabro en la incisión de la magia
la angustia que siente el morboso al darse cuenta de su morbo
- en la ignorancia se es cobarde a los ojos del valiente-
La estupidez ambigua de la falta de sexo
morir en el repudio, en el repudio.
1 comentario:
hermoso
deseo golpear ese rostro hasta hacerlo mierda
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