Linda gusta de Franco y lo lleva a una fiesta en el departamento de Jeannette, con quien Franco simpatiza y habla durante gran parte de la noche. Linda, celosa, se emborracha mirándolos charlar, varias veces se acerca a él, tratando de apartarlo de Jeannette, pero no lo logra y se queda dormida en el sofá grande, los amigos se van, Franco se queda y Jeannette lo lleva de la mano a su dormitorio.
Linda despierta, mira alrededor está sola. Intenta abrir la puerta de la habitación de Jeannette, pero está cerrada con llave. Se inquieta, da algunas vueltas “mierda, mierda” dice y empina un vaso lleno. Toma su cartera y sale del departamento, sale a la calle y mira hacia arriba, la luz encendida de la habitación de Jeannette y el edificio de enfrente. Camina hacia él, empuja la puerta, pero está cerrada. Un chico que llega con una botella en la mano le pregunta adónde va “quiero subir a la azotea” –Dale, yo te digo. Abre la puerta y suben en el ascensor, él la nota agitada y bebida “¿Qué te pasa? y Linda no responde “Ok, yo bajo acá, sigue hasta el 11, camina derecho y en la puerta del fondo subes a la azotea” Linda continúa en el ascensor, subiendo. El muchacho abre la puerta de su departamento, “¡mierda!”, suelta la botella: se quiebra, sube las escaleras corriendo y se detiene en la puerta de la azotea. Mira todo hasta que la encuentra, la ve inclinarse sobre la baranda, ella se ha inclinado para mirar y ve las siluetas de Jeannette y Franco teniendo sexo. El muchacho corre hacia ella y la abraza por detrás “¡no lo hagas!” le dice. Linda se congela unos segundos, despega los dedos de la baranda y ríe a carcajadas. Se voltea y el muchacho le dice “¿no te vas a tirar, cierto?” Linda sonríe y le dice “eres un amor” y él se ríe a carcajadas junto con ella apoyado en la baranda. ¿Quieres un trago? Ya no quiero beber hoy. Acepto café.