viernes, 1 de mayo de 2009

"Entonces yo no quería que me mirara
y le dije que estaba fea para evitar ser mirada
porque últimamente me sentía acosada por el mundo y
si alguien más me miraba juro que me torcía los tobillos
con tal de no salir de casa
y no toparme con sus facciones brutas
su baba latente mirándome el culo.
Pero yo no sabía
que él era diferente
que sabía cada vez que le mentía
porque él decía que estás mentiras huevonas sólo servían para la literatura
que yo también era huevona cuando decía mentiras huevonas, que era prisionera de un síntoma moderno
estar rodeada de imbéciles me convertía en imbécil
y él sonreía y yo me perdía su sonrisa por mi contagio
no logré entenderlo sino hasta que se fue
porque siempre ocurre:
entendemos tarde que el viento frío sirve en el invierno para que sepamos que estamos vivos
que nos pone la naríz colorada para
que en el invierno, tan gris
también hayan ciertos colores
humanos, colores muy de hombres y mujeres
colorados como el sexo
como los corazones
como la cara del niño que me gustaba cuando chica
y como sus matices,
que yo evadía por no entenderle nada,
pero es que siempre pasa
que por mucho que digamos que nos encantaron las flores
sólo sabemos lo hermosas que eran
cuando ya están marchitas."

3 comentarios:

Lilián dijo...

Hola. Vine a darme una vuelta y a agradecerte que leyeras "desde diciembre" en mi blog, jejeje.

Yo leí un poco al azar por aqui tambien. Ya te di 'seguir' para no perderme las actualizaciones ;D

Amé a tu gato (q.e.p.d. verdad?)

Saludos!

Meryone dijo...

me ha encantado!

y creo que somos todos víctimas del síndrome moderno

(y nos habían encantado aquellas flores que ya están marchitas, además)

besos

mimundoescrito dijo...

Después de tanto tiempo...
¿qué se dice?
¿Hola?.
¿Cómo te ha tratado este mundo de mierda en tantos días sin saber de ti?
Cariños, Marii.