Cuando te digo que regreses al lugar por el que naciste -que te vayas a la concha de tu madre-,
quiero decir que,
como no consigues, ni te interesa ser lo mínimamente amable (queriendo a quien fastidias),
la única manera en que podrías ser potencialmente exquisita es volviendo a nacer, pues ya que decidiste que las pifias del mundo te llenaran el cuerpo (fea decisión), sólo puedes regresar al sexo que te parió, y explorar lo amniótico para flotar en tu ciclo.
Que decidas llorar por tus invenciones -porque inventas problemas y por eso lloras-, es por carencia de algo positivo -que te niegas a recibir-, o por exceso de algo negativo -que sí, es eso también-.
Pero morirás algún día y dejarás de llorar.
Yo moriré algún día y nunca me habrás disfrutado entero.
Siempre preferiste el fastidio al placer.
1 comentario:
Sentí curiosidad y vine a a dar una larga vuelta...¿Sabes? Hasta me dieron ganas de tomar té, ja,ja, MIL CARCAJADAS PARA TI ;)
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