martes, 24 de julio de 2012




Toda la gente que fuma en Santiago, entre miles de cigarrillos encendidos 
y las guaguas que gatean o andan en coche por el parque, 
la gente que trota por los caminos de tierra junto al Mapocho y las moscas, 
que con cada  exhalada de humo se marean y caen y el que trota las pisa y mata,
los ciclistas buscado camino entre los autos, que en medio del taco echan humo como tractores 
son
junto a la Von Baer diciendo que protege el medio ambiente
el paisaje poético más ridículo
que podría existir.


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