sábado, 1 de noviembre de 2008

4:27 hrs.
Llegué a la cabaña. Pasé una tarde entretenida (once incluida) en casa de unas amistades de mi padre -amistades de la familia- a quienes no veía desde hace más de un año, cuando yo en una huída tranquila me largué a saber cómo estaban.
Mi padre murió este año, ellos lo saben hace pocos días. Al despèdirnos hace una hora quizás en una callecita, Roberto me dijo que lamentaba el suceso, y le respondí "pasa nada", y me dijo que lo decía porque lo sentía. Son personas tan lindas él y su esposa, con ella en especial tenemos una vibra casi mágica. Cuadras antes, en la quinta parte del camino (toca que actualmente viven a una distancia caminable de nuestra casa, antes muy distantes) entre la neblina, la luz de los faroles y la noche vi un sillón hermoso, sin una pata y con un tajo. Mierda, qué hermoso, yo lo quiero, dije en voz alta. Llévatelo, dijo Jacqueline (esposa de Roberto). La miré, miré el sillón y me di cuenta de que estaba junto a dos sillones más, pero de diseño diferente, de mala clase. Di un paso. Ay, no sé. Llévalo, insistió Jacqueline. Listo, es mío. Lo agarré, levanté y caminé kilómetro y medio (si no más) con él en mis brazos. Mi hermanito y mi madre junto a mi, charlando huevadas.
Al llegar, mi abuela nos abrió la puerta, vió el sillón y me acusa de que recojo basura. Le digo que es vieja y tiene sueño y por eso dice eso, pero que ya verá luego lo hermoso que es. Me topo en la salida del baño con mi hermanito y le digo "a la abuela le falta locura" "Si. me cortaron el pelo hace una semana y acaba de darse cuenta y dijo que no le gustaba".
A veces la abuela alcanza estados de locura preciosos (me refiero a volar), pero no siempre, ha tenido que asimilar lenguajes mágicos desde que me decidí tener una abuela. Porque la abuela es un personaje místico.
Les recomiendo "Zorba el griego", es una película excelente.
Estuve diez minutos con derrame nasal de la fosa derecha. Limpiaba mi nariz (trauma nasal le llamo a limpiar mi nariz) y empezó a sangrar muy fuerte. seguro por el esfuerzo, pero lo vale, yo sé lo que digo. Ya estoy desnudo en la cama y me quitaré el algodón de la nariz, porque sólo duró diez minutos, sangre intensa, roja y caliente, muy caliente.
Y claro, recogí un sillón roto para la basura, pero ya verán lo hermoso que es, porque yo lo haré famoso, ¡tiene tanto estilo por la mierda! Les apuesto que querrán comprarlo en el futuro. Yo lo haré famoso y quien se siente, será feliz en él.

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